Clinical Research Insider

Arte y tecnología: aliados que no pueden enemistarse

Por: Lic. Mauro Orozco Moreno

Recientemente el internet enloqueció con el alcance de las inteligencias artificiales; mucha gente siente que estamos más cerca de Futurama que nunca. En diversas redes sociales se viralizaron apps y páginas en las que por medio de una IA, las fotos podían ser convertidas en creativos diseños de diversos tipos, desde animé, hasta imágenes que parecían sacadas de un videojuego.

El tema generó polémica dado que gente dentro del diseño gráfico alegó que el abuso de esto, o al menos el dejar de usarlo de forma meramente lúdica, es decir, que las personas lo comenzaran a usar para crear diseños con fines profesionales o de negocio, podía crear una crisis laboral para ellos. Esta discusión no es nueva, ha pasado en la música con el autotune en los cantantes, ya que es una herramienta con la que (según muchos defensores del canto) cualquiera puede hacer un disco aunque cante mal.

La pregunta ante todo esto es, entonces, ¿la tecnología en serio es tan enemiga del arte y de las mentes creativas? ¿El verdadero arte es solo aquel que se hace a manera de manualidad, rozando lo artesanal? ¿Si hay tecnología, deja de ser arte? Ante toda esta polémica que nos puede hacer caer en un conflicto filosófico muy profundo, mi opinión es que no a todas esas preguntas. Hay tecnología que es gran aliada del arte y aquí mostraré algunos gadgets que, bien aplicados, pueden hacer de la música, el diseño o la arquitectura un trabajo más completo, estético e igual de creativo que si se usara la pura magia de las manos.

La música y la danza son dos actividades artísticas que invariablemente van de la mano, y el Phonotonic está pensado para que en lugar de crear un baile con la música, se componga música con el baile. Estos sensores se vinculan a cualquier dispositivo inteligente en el que se irá creando música, con tus movimientos.

Por otro lado tenemos la Misa Digital Kitara, una guitarra eléctrica que, en lugar de cuerdas, cuenta con una pantalla táctil y sensores táctiles en el mango. La posibilidad de efectos, edición de audio y producción con esta guitarra son suficientes para que una mente creativa vuele como nunca pudo hacerlo con una guitarra común.

Por último hablaré del arte quizá más complejo por su hermandad con disciplinas como las ingenierías: la arquitectura. El Structure Sensor Pro es una cámara que sirve como sensor de 3 dimensiones. Se conecta a una tablet o laptop y escanea desde una habitación hasta un edificio entero. Este producto es ideal para la remodelación de espacios o el diseño de interiores, sin embargo, tal tecnología originalmente fue construida para el cuidado de la salud. De acuerdo con los desarrolladores, el dispositivo fue diseñado para ser un auxiliar en entornos de atención médica exigentes. Con escaneo de precisión en 3D texturizado y su capacidad de calibración de grado industrial, este dispositivo sirve tanto para generar imágenes precisas del cuerpo humano como para mapear perfectamente una estructura inmobiliaria.

Así pues, la tecnología demuestra ser una aliada que puede ser muy cercana al arte. El artista jamás estará en riesgo si se acerca a la tecnología adecuada, para imprimir cada vez mejor lo que ninguna IA podrá jamás: el sello personal, las emociones y el mimo que se le puede tener a un producto creativo. La tecnología está también a disposición de un “feeling” más preciso. 

Lic. Mauro Orozco Moreno

Comunicólogo e Historiador por la Universidad de Guadalajara. Dedicado al periodismo y a la creación de contenido acerca de tecnología, geek culture y videojuegos en internet. 

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