Clinical Research Insider

¿Cuál es su mayor preocupación sobre el mal uso de los antibióticos?

Pegunta de la Edición

M. en C. Aurora Escoto de Dios:

La mayor preocupación sobre el mal uso de los antibióticos es el grave problema de la resistencia a los antimicrobianos. El uso excesivo e inadecuado de los antimicrobianos y la pérdida de su efectividad frente a múltiples microorganismos ocasiona falla en los tratamientos. Otro signo importante del grave problema de la resistencia a ellos es el resultado de bacterias multirresistentes, las cuales son insensibles a varios tipos de antibióticos. Ejemplos de estas ‘superbacterias’ son, entre los grampositivos, Staphylococcus aureus resistente a la oxacilina y vancomicina, Enterococcus spp. resistente a la vancomicina, y en los gramnegativo, Klebsiella spp. resistentes a las cefalosporinas de tercera generación(1,2). Las bacterias multirresistentes se propagan de paciente a paciente por medio de fómites, sin embargo, cuando causan problemas es cuando llegan a colonizar a personas con el sistema inmunológico debilitado, cáncer, etc., lo que puede poner en riesgo su vida. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) están apareciendo nuevos mecanismos de resistencia que se propagan a nivel mundial y ponen en peligro nuestra capacidad para tratar enfermedades infecciosas comunes, aumentando la mortalidad y la prolongación de las enfermedades, ya que sin antimicrobianos eficaces las intervenciones como el trasplante de órganos, infecciones en pacientes con cáncer y/o diabetes y cirugías mayores se convertirían en procedimientos de muy alto riesgo(3).

Dr. Thor Nissen:


Todo el mundo está de acuerdo en que la resistencia bacteriana es el peor temor y la razón por la que el uso de antibióticos ha sido controlado más y más estrechamente con el paso de los años. La aparición de la pandemia COVID-19 ha acelerado esta preocupación. El British Medical Journal publicó recientemente un artículo de un periodista que resume las alarmas del alcalde sobre esta enfermedad viral. Los antibióticos ciertamente no tienen ningún efecto sobre el agente causante. Por lo tanto, los casos leves no tienen ninguna indicación para el uso de antibióticos. Para aquellos individuos con signos y síntomas aceptados o progresivos que indican casos severos, el riesgo de infecciones bacterianas secundarias y muerte está presente. A diferencia de otras enfermedades virales en las que la epidemiología y las infecciones oportunistas están bien caracterizadas, la confusión y la incertidumbre reinan en los protocolos del tratamiento del COVID-19. Los médicos tratantes deben encontrar el equilibrio entre el uso y el mal uso de los antibióticos en este entorno y seguir el ritmo de las noticias emergentes sobre cómo y cuándo prescribirlos.

A lo largo de la pandemia, los hospitales han saturado sus camas y respiradores para pacientes contagiados con esta enfermedad, por ello muchos de los médicos, enfermeras y empleados de limpieza, no solo se han expuesto directamente al virus sino que algunos se han contagiado también. Debido a tal circunstancia, diversas empresas crearon robots asistentes que ayudan a proteger un poco más a dichos elementos tan valiosos en estos tiempos.

Referencias:

1. Spellberg B, Guidos R, Gilbert D, Bradley J, Boucher H, Scheld M, et al. The epidemic of antibiotic– resistant infections: A call to action for the medical community from the Infectious Diseases Society of America. Clin Infect Dis, 2008; 46:155– 164.
2. Knothe H, Shah P, Kremery V, Anatal M, Mitsuhashi S. Transferable resistance to cefotaxime, cefoxitin, cefamandole and cefuroxime in clinical isolates of Klebsiella pneumoniae and Serratia marcescens. Infection, 1983; 11: 315– 317.
3. https://apps.who.int/iris/handle/10665/255204

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